Franciscanos mártires de Chamacuero
Uno de los acontecimientos registrados durante la guerra Chichimeca fue el martirio de los frailes franciscanos fray Francisco Doncel y fray Pedro de Burgos.
Uno de los principales cronistas de los frailes menores y el primero en mencionar el martirio de los franciscanos fue, fray Jerónimo de Mendieta en su Historia eclesiástica indiana, escrita en Huexotla, Texcoco, nos dejó el siguiente relato:
"Fr. Francisco Doncel vino a esta Nueva España de la provincia de Andalucía, donde tomó el hábito de religión. Con no ser antiguo en la tierra, no de mucha edad por sus méritos y suficiencia lo hicieron guardián del convento de la Villa de San Felipe, que es poblado de españoles en la provincia de Michuacán. Sucedió que ovo de venir a la ciudad de México a tratar ciertos negocios con el virrey D. Martín Enriquez. Concluidos los negocios y volviendo para su monesterio, llegó a la villa de Salaya, donde tomó en su compañia a Fr. Pedro de Burgos, sacerdote anciano y siervo de Dios, que poco antes se había mudado de esta provincia del Santo Evangelio (a do tomó el hábito) a aquella de Michuacán, con celo de ayudar a la conversión de los infieles, que todavía perseveran en aquellas fronteras (porque en esta provincia todo está llanado y puesto en do cristiandad).
Partieron estos religiosos ambos juntos de la dicha villa de Salaya por la de S. Miguel, y al pasar de un portezuelo que llaman Chamacuero, dieron sobre ellos unos indios chichimecas infieles, de los que aborrecen el nombre cristiano, y con mucha crueldad los mataron con flechas. Sabido por los españoles vecinos de la villa de San Miguel, fueron por sus cuerpos y los enterraron en su iglesia."
Se comenta que el acontecimiento se dio durante el gobierno del virrey Martín Enríquez de Almanza (1568 - 1580), quien generó una estrategia de colocar una serie de presidios en el Camino Real de Tierra Adentro, durante la guerra chichimeca en especial contra los guachichiles.
El Puente del Fraile, es el lugar exacto donde mataron a los religiosos franciscanos, actualmente es patrimonio cultural de la humanidad registrado por la UNESCO, como parte del Camino Real de Tierra Adentro.
En la Relación de San Miguel de Allende escrita en 1580 se incluye una pintura con el mapa de la región y se puso en glifos la muerte de los franciscanos.
Posteriormente otros cronistas franciscanos consignaron el martirio de fray Francisco Doncel y fray Pedro de Burgos, siguiendo muy de cerca la Historia eclesiástica indiana de fray Jerónimo de Mendieta (1525 - 1604). Así tenemos la crónica de fray Juan de Torquemada (1557-1624), Monarquia indiana (1625), fray Alonso de la Rea, Crónica de la Orden... (1639) y fray Agustín de Vetancurt (1620 - 1701) su Teatro Mexicano (1695).
Fray Juan de Torquemada plasmó lo siguiente sobre los frailes mártires:
"Fray Francisco Doncel vino a esta Nueva España, de la Provincia de Andalucía, donde tomó el Habito de Religión. Con no ser antiguo en la tierra, ni de mucha edad, por sus méritos y suficiencia lo hicieron guardían del convento de la Villa de San Felipe, que era pobladad de españoles en la Provincia de Michoacán. Sucedio, que hubo de ir a la Ciudad de México a tratar ciertos negocios con el virrey don Martín de Enríquez, porque toda la confianza, pendía del cuidado de los frailes. Conlcuidos los negocios y volviendo para su monasterio, llegó a la Villa de Salaya, donde tomó en su compañía a fray Pedro de Burgos, sacerdote anciano y siervo de Dios, que poco antes se había mudado a esta Provincia del Santo Evangelio, donde tomó el hábito a aquella de Michoacán, con el celo de ayudar a la conversión de los infieles, que todavía persevran en aquella Provincia, todo está llano y puesto en estilo de cristiandad. Partieron estos religiosos, ambos juntos de la visita de Salaya, para la de San Miguel y al pasar de un portezuelo que llaman Chamacuero, dieron sobre ellos unos indios chichimecos infieles, de los que aborrecen el nombre cristiano, y con mucha crueldad los mataron con flechas.Aqui Dios les cumplió a entreambos sus deseos, muriendo de manos de aquellos enemigos de su santa ley, pudiendo decir con la santa mártir de Cristo, Inés: Lo que deseamos, ya lo vemos: lo que esperabamos ya lo tenemos y confiamos de unirnos en el Cielo, con aquel Señor, y deseado morir por Él. Fue sabido este caso por los españoles, vecinos de la Villa de San Miguel, y fueron por sus cuerpos, y los enterraron en su iglesia".
Fray Alonso de la Rea de la Provincia de San Pedro y San Pablo Michoacán hizo enfasis en aclarar que el Cristo que llevaban los frailes eran de la región michoacana, que se hacía con pasta de caña:
"Y así me persuado a esto segundo, por cuanto el Cristo que llevaban eran de los que hacian en la Provincia (de Michoacán). Yendo pues con la hechura, y con escoltas de soldados, para defender algún asalto, no profanasen el Santo Cristo, sino que seguro le llevasen a colocar a su convento, bajando por el puerto de Chamaquero, dos leguas de la Villa de San Miguel, en un arroyo muy profundo que bajaba de una serranía, salieron de emboscada muchos chichimecos con arco y flecha, dando voces y alaridos, y embistiendo a los religiosos, los soldados se retiraron, dividieron y apartaron, cual suele el montón plebeyo, a la furia del toro agorrachado; y haciendo la presa en los dos corderos, hallaron al padre Doncel hincado de rodillas, con el Cristo en las manos predicandoles su Doctrina, y al compañero ni mas ni menos a su lado y como lobos voraces, y tigres de Hircarnia, los hicieron pedazos, siendo su sangre inocente alimento de su furor: quedando el padre Doncel muerto, abrazado con el Cristo de rodillas, y su compañero un poco apartado. Luego los desnudaron, y echaron suertes sobre sus hábitos, como el fariseo sobre el del Cristo, y poniendoselo los chichimecas, daban carreras y voces, haciendo escarnio de las pieles".
Fray Agustín de Vetancurt dejó la siguiente información sobre los mártires:
"Los venerables padres fray Francisco Doncel y fray Pedro de Burgos, éste era natural de la Ciudad de México, tomó el hábito en la Provincia del Santo Evangelio y pasó con ell celo de convertir infieles ala Provincia de Michoacán. El padre fray Francisco era natural de Andalucía, donde tomó el hábito y siendo guardián de la Villa de San Felipe, vino a México a ajustar con el Virrey Don Martín Enríquez algunos negocios, porque estaba al cuidado de los religiosos toda aquella frontera de chichimecos, volvió por Selaya donde encontró al venerable fray Pedro que lo llevó en su compañía por el celo que conocía en él de la conversión y al pasar por el portezuelo de Chamaquero dieron con los infieles que aborrecían a los predicadores evangélicos y como soldados de Cristo derramaron la sangre a las flechas de los enemigos con un crucifijo en las manos, a quienes encontraron su espíritu cumpliendo el deseo de morir por Cristo. Sabido de los cristianos llevaron a la Villa de San Miguel a enterrar sus cuerpos . El Martyrologio los pone a 8 de enero por mártires en el territorio mexicano. Torquemada en libro 21, folio 704"
La fecha de 8 de enero corresponde al natalis, por lo que quiere decir, que ese día fueron martirizaron. Si algún dia los mártires de Chamacuero fueran beatificados y canonizados, muy probablemente ese sería su diá de fiesta. Muchos autores consideran que esto ocurrió en 1575.
Los Cristos fueron conservados uno en San Felipe y otro en San Miguel de Allende. Son de caña de maíz realizados en Pátzcuaro, Michoacán. El de San Felipe todavía conserva restos de sangre de los mártires. Su fiesta en San Felipe, la realizan el 6 de agosto.
Visita Comonfort, Pueblo Mágico.
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